Bibliotecarios de corazón

12 de octubre de 2008

No perderé esta entrada inculcando convicciones, que en mi tardaron años en incorporarse. Conozco bibliotecas pequeñas, pero con colecciones profundas, esto se refleja en la circulación del material, conozco bibliotecas grandes (universitarias), bibliotecas públicas que son lugares agradables, todos con el fin de fortalecer un proceso llamado educación, y por otro lado existen los centro de documentación y archivos y ahora con este término llamado la “Democratización de la Información” y bla bla bla…..


Nosotros luchamos por recoger la memoria histórica, los relatos de los pueblos y las fortalezas culturales de un sector (llamémonos comunidad), pero ¿qué debe haber en la biblioteca de un grupo de personas que se ha construido su historia en base al abuso?... será agradable que un grupo, una nación, un continente sepa que su existencia se debe a la instrumentalización, abandono, violación, a la pobreza, la injusticia….
Pero para esto los educadores (bibliotecarios) hemos de tener una solución a esta problemática… traigamos juegos, libros con relieve, audiovisuales educativos, libros de matemáticas, la historia de Chile y no nos olvidemos del cuenta cuento…

¿Será esta la solución?, hacer de la educación una evasión, implementar una competitividad que en sub conciente colectivo, hacer una ecuación que los inserte en un sistema inmoral, tapando las heridas que oprimen todo proceso cognitivo, del analisis y la protesta argumentada. Como Bibliotecaria me pregunto si ¿estoy preparada? para recordar y sucesos que no hacen otra cosa que poner el dedo en la herida abierta, pero no para hacer un acto de protesta y rebeldía echándole la culpa al sistema sino para sanar las heridas profundas que impiden el aprendizaje... Me rehúso a creer que en el momento que entregué un libro y ya intervine en el proceso educativo, me rehúso ser una bibliotecaria que entregué datos duros a mis jefes diciéndole que mi gestión motivo a los flaites y lumpen a leer para tener placer.

¿Podrá la Biblioteca ser un refugio y un lugar donde los niños construyan una nueva generación?, la generación que mire más allá de un progreso y el apoyo mutuo, que sea la generación sana, libre pensadora y criticona ¿Cómo debe ser el Bibliotecario para que logre este proceso?, ¿cuál es mi límite? ¿Cuál es mi costo?...

En este contexto ¿Estoy preparado para tomar un rol que va mucho más allá de un educador e insertarme como una madre o un padre o quizás como una mujer o un hombre que es capaz de hacer las cosas nuevas?, tremendo desafío queda por delante.

Ya no quiero seguir recordando historias que no me afectan y salir a protestar de cólera echándole la culpa al abusivo sistema capitalista. Los responsables están más cercano de lo que pensamos, somos nosotros mismo que permitimos el abuso, fueron nuestros antes pasados.

Si quiero transformar la vida de una abusado entonces asumiré el costo de ser la bibliotecaria abusada, bibliotecario flaite, bibliotecaria débil y sumisa, etc.….

Quiero decir en este texto que ya basta, pero no sólo de abuso sino de la mentira y la evasión, poner en la biblioteca las cosas lindas que son no son reales, no es la solución tapar el dolor y no enfrentarlo.

Debemos impulsar a construir un presente activo de esperanza y no hacer mayor caso a los datos duros de las alarmas y pistoleos de los libros en la biblioteca, que ya no tomen decisiones y sepamos ver más allá en los procesos educativos. Intervengamos en el aprendizaje, y sepamos ver que la matriz de los problemas radican en la emoción, nuestros pueblos están enfermos de injusticia, de mentiras, de locura, de desesperanza, de dolor… no nos deja avanzar.

Intervenir con un lenguaje distinto que trasforme la locura emocional por una exquisita, que hace que la vida tenga pasión, y la injusticia sea desplazadas por la paz interna de tener un futuro donde nuestros hijos sean felices, donde la risa sana nos quite las soledades, penas y dolor que encierra nuestro pasado. No lograremos esto, si seguimos evadiéndonos y pisoteándonos entre nosotros mismos, debemos contagiar la pasión el compañerismo que se refleje en la biblioteca un hombro donde poder llorar, un corazón donde se acojan las limitaciones y una boca que diga, ¡ya basta!.

Ya no disfracemos los datos duros, los gráficos, los informes, diciendo que tenemos la biblioteca funcionado por colores, si sé puede hacer más introduciendo una palabra a nuestros empleos, “El amor”, algunos le llaman ser positivo, pero ese positivismo de que por tener una pasantía en Europa y creyendo que la gente lee porque va a los cafés literarios esta la tarea cumplida, eso es evasión señores, que nuestra locura sea para hacer actos que destruyan la suciedad y no que sea una desconexión de la realidad.

Ya basta de dejar que hagan caricaturas de nosotros mismo… es simpático y agradable pero pienso que hay momentos que ya uno se debe enojar con uno mismo y dejar de ser reproductivos y que nuestra profesión coopere en la libertad autentica del individuo que se da en este proceso que llamamos educación.

Los Bibliotecarios creceremos, la población crecerá, los pueblos y las bibliotecas también
fotos: Crowan, B.,

1 comentarios:

Anónimo dijo...

ta bueno el texto.